Al presentar la declaración de Marruecos en el marco del debate general, el ministro de Sanidad y Protección Social, Khalid Ait Taleb, quien intervenía por videoconferencia, hizo un repaso de los notables logros alcanzados en el sector de la salud, bajo la dirección de SM el Rey Mohammed VI, en particular en el contexto de la lucha contra la pandemia de la Covid-19.
Ait Taleb señaló, en este sentido, que Marruecos, guiado por la visión clarividente de SM el Rey, e impulsado por la voluntad de aportar su contribución a la construcción de un acceso equitativo y seguro a las vacunas para las poblaciones del continente africano, ha puesto en marcha las obras de construcción de una planta de fabricación de vacunas contra la COVID-19 y otras vacunas.
Este proyecto, que convierte al Reino de Marruecos en una plataforma biotecnológica en África, permitirá la atención rápida de las emergencias sanitarias, respondiendo así a las estrategias prioritarias del Programa Triple Millón de la OMS, así como a los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030, continuó el ministro.
Además, entre las lecciones aprendidas de esta crisis, la generalización de la Cobertura Sanitaria Universal y el fortalecimiento de la coordinación multisectorial para la preparación de las emergencias sanitarias, siguen siendo los pilares de las acciones a emprender para superar los retos de las crisis sanitarias, sostuvo.
Así, el ministro señaló que, bajo el liderazgo de SM el Rey, el proyecto nacional de protección social ha conocido un fuerte impulso y rigurosos requisitos para su aplicación, que van desde la generalización del seguro médico hasta la ampliación de la afiliación al régimen de pensiones. Esta reforma encaja perfectamente con la visión de la iniciativa "Salud para la Paz" de contribuir a la resiliencia y crear confianza a nivel comunitario, señaló.
Ait Taleb destacó, a este respecto, que el éxito de este proyecto de protección social ha impulsado al Departamento de Salud a revisar su estrategia sectorial según un nuevo enfoque, basado en una "revisión de nuestro sistema sanitario, iniciada con vistas a construir un sistema sólido y resiliente, capaz de hacer frente a futuras crisis sanitarias y garantizar una mejor salud para la paz.
Esta reforma, precisó, se basa en cuatro grandes pilares destinados esencialmente a desarrollar y reforzar los recursos humanos en el ámbito de la sanidad, mejorar y regionalizar la oferta de cuidados, establecer una nueva gobernanza del sistema sanitario y crear un sistema de información integrado que sirva de base para la elaboración de políticas sanitarias eficaces y basadas en datos.