"La organización tendrá que presentar pruebas materiales o retirar sus acusaciones infundadas si se aferra a su noble misión de defender los derechos humanos y a los principios de credibilidad, neutralidad y objetividad", dijo ante la Comisión de Justicia, Legislación y Derechos Humanos en la Cámara de Representantes.
Ramid subrayó a este respecto que "toda persistencia en las alegaciones falsas y perjudiciales para la situación de los derechos humanos en Marruecos no servirá de modo alguno a la causa de los derechos sino perjudicará la reputación de la organización".
El Reino, aseguró, sigue abierto al diálogo y a la interacción positiva con todas las ONG internacionales que actúan con total libertad en el territorio nacional, incluida AI, que dispone de una antena en Marruecos.
Recordando que en 1997 Amnistía abrió una oficina en Marruecos, donde siempre llevó a cabo sus actividades con total libertad, Ramid destacó que las autoridades marroquíes habían observado desde hace años un cambio en la actitud de la organización hacia el Reino, con un enfoque más bien negativo de la situación de los derechos humanos en el país.
Desde 2015, dijo, AI publicó un centenar de comunicados e informes que prácticamente ignoran las reformas estructurales adoptadas por Marruecos en este ámbito y pisotean los principios fundamentales de neutralidad y objetividad.
Citando el informe del 22 de junio, el ministro afirmó que contiene alegaciones sin pruebas sobre el "uso de tecnología de vigilancia informática por Marruecos a través de un programa utilizado en la lucha contra el crimen transfronterizo".
El ministro también se refirió a las discrepancias en torno a las alegaciones de que el informe fue enviado al gobierno antes de su publicación, manteniendo informados a los responsables del Ministerio de Estado.
Asimismo, indicó haber pedido explicaciones a los responsables concernidos, quienes aseguraron no haber recibido ningún correo electrónico sobre el asunto, aparte de un informe administrativo que contenía datos técnicos que confirmaban que esos responsables, de hecho, no habían recibido ninguna carta de AI antes de la publicación del informe.
En correlación, subrayó que el enfoque adoptado por la organización respecto de la situación en Marruecos en los últimos años se caracteriza por estimaciones de carácter general y conclusiones basadas en casos aislados no verificables o en fuentes desconocidas, o hacer alusión a una etapa antigua.
Esto plantea interrogantes sobre el grado de objetividad del análisis y de las pruebas presentadas, así como sobre el respeto de las normas y principios de referencia internacionalmente reconocidos en el ámbito de la investigación y la indagación, sostuvo.
El ministro de Estado también cuestionó el enfoque consistente en preparar informes anuales sobre la base de datos e información de una sola fuente, centrándose al mismo tiempo en la situación de los derechos humanos en las provincias del Sur sobre la base de información obtenida de los enemigos de la integridad territorial del Reino y la publicación de recomendaciones de carácter político.
Por otra parte, continuó, la organización hizo la vista gorda ante las violaciones de los derechos humanos en los campamentos de Tinduf, confirmadas por los mecanismos internacionales y otras organizaciones internacionales.
En respuesta a las intervenciones de los miembros de la Comisión, Ramid resaltó la existencia de " verdaderas divergencias con la organización, pero nunca cerraremos las puertas a las organizaciones internacionales, obstaculizaremos su trabajo o cerraremos sus oficinas. Las posiciones del Reino de Marruecos son constantes y claras y seguirán siéndolo".