Como mecanismo regional del Consejo Nacional de Derechos Humanos, la CRDH, sobre la base de las atribuciones que se le confieren de conformidad con la ley nº 76.15 y en el marco de la aplicación de sus competencias en materia de exploración y protección contra las violaciones de los Derechos Humanos, observó carteles en una de las principales calles de Tánger que incitaban al odio, la discriminación y la violencia contra las mujeres y las niñas.
Esta propaganda también llama a limitar las libertades de las mujeres y las niñas en los espacios públicos, defendiendo que los hombres no cumplen con su deber de prohibir, controlar y castigar a las mujeres.
La CRDH subrayó, en un comunicado, la reactividad rápida de la fiscalía ante este grave asunto, abriendo una investigación, indicando que espera los resultados de esta investigación lo antes posible.
Por otra parte, la comisión destacó que estas posiciones extremistas exponen a las mujeres, que constituyen la mitad de la sociedad, a la violencia en todas sus formas y contribuyen a difundir un discurso de odio entre los componentes de la sociedad, especialmente las mujeres y las niñas.