En su respuesta a una pregunta de un eurodiputado sobre "el apoyo de la UE al frente polisario que cuestiona la soberanía de Marruecos sobre su Sáhara y participa en la desestabilización de la región", el alto representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad no se anduvo con rodeos cuando afirmó que el apoyo de la UE a los secuestrados de Tinduf se concede por pura preocupación humanitaria.

"La UE ayuda a la población saharaui que vive en los campamentos de refugiados únicamente con fines humanitarios y para satisfacer las necesidades de desarrollo", precisó Borrell, quien aprovechó esta oportunidad para reiterar la posición de la UE sobre la cuestión del Sáhara, que se ha convertido desde la adopción de la Declaración Política Conjunta UE-Marruecos el 27 de junio de 2019, en la doctrina europea en la materia.

"La posición de la UE sobre el Sáhara Occidental (NDLR: debe entenderse aquí como una referencia geográfica y no como el seudo-estado con el que sueña Argelia), está en consonancia con las resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y es favorable a la búsqueda de una solución política realista, viable y duradera basada en el compromiso", afirmó Borrell quien retomó palabra por palabra los términos de la Declaración Política Conjunta Marruecos-UE y haciendo caso omiso del discurso mantenido por Argel sobre la "autodeterminación", el "pueblo saharaui" y el "territorio no autónomo", etc...

El jefe de la diplomacia europea agrega que la UE "apoya el proceso de paz en el Sáhara Occidental dirigido por la ONU y espera con interés la reanudación de las conversaciones cuadripartitas bajo la égida de las Naciones Unidas".

Al dar el último clavo en el ataúd argelino, Borrell insistió en los elementos clave del lenguaje común sobre la cuestión del Sáhara que las dos partes habían consignado en la Declaración Política Conjunta.

Borrell recordó acertadamente al diputado europeo y a quienes mantienen la ilusión y creen en los espejismos que los dos socios "reafirman su apoyo a los esfuerzos del secretario general de la ONU para continuar el proceso político destinado a lograr una solución política, justa, realista, pragmática, duradera y mutuamente aceptable de la cuestión del Sáhara Occidental, basada en el compromiso de conformidad con las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU, en particular la resolución 2468 del 30 de abril de 2019".

Al referirse a otros aspectos de la asociación Marruecos-UE, Borrell explicó que "ambos socios han expresado su deseo de reforzar la cooperación bilateral en los próximos años. También son conscientes de la importancia de dar una respuesta a los desafíos que enfrenta África y se comprometen a promover las iniciativas en favor de la paz en el continente, especialmente en materia de mantenimiento de la paz, mediación y gestión de crisis, procurando alentar la elaboración de un enfoque global que combina la dimensión de la seguridad y el desarrollo humano".

También expresan "su compromiso con la cooperación regional, tanto a través de la Unión del Magreb Árabe y el diálogo bilateral entre los vecinos magrebíes como mediante su implicación en las estructuras en que participan países europeos y del norte de África, como la Unión para el Mediterráneo y el Diálogo 5+5", agregó.

Sobre la base de la Declaración Política en la que Marruecos y la UE adoptaron, por primera vez, un lenguaje común sobre la cuestión del Sáhara, el jefe de la diplomacia europea reitera la posición clara e inequívoca de la Unión que hace hincapié en la solución política basada en el realismo y el compromiso con la última resolución de la ONU como referencia.

Este es el camino de la sabiduría y del sentido común. El que consagra la preeminencia de la propuesta de autonomía marroquí, que surge como la solución más creíble, más realista y más viable a este conflicto regional artificial. El que hace sonar la campana de la muerte para las ambiciones separatistas de Argelia. El que sirve a la paz y a la integración del Magreb y pone fin a los sufrimientos desde décadas de las poblaciones secuestradas en los campamentos de Tinduf.