En una rueda de prensa celebrada en vísperas del final de su mandato en Marruecos, Fischer recordó que la Administración Clinton había iniciado la reflexión sobre una solución, mientras que la Administración Obama había empezado a incluir el Sáhara en el programa de ayuda a Marruecos, añadiendo que la decisión de Estados Unidos de reconocer la marroquidad del Sáhara es, por lo tanto, "un desarrollo totalmente natural".

Preguntado sobre la posible posición de la Administración del presidente electo Joe Biden, respecto al Sáhara, Fischer estimó que está "convencido de que todos estaremos satisfechos de ella".

Fischer afirmó que se siente "muy honrado" de haber sido el primer embajador de Estados Unidos en visitar el Sáhara marroquí, después de que la Administración estadounidense haya dibujado el mapa oficial del Reino para reconocer sus "verdaderas fronteras", subrayando que aprecia "el lugar especial que el Sáhara ocupa en los corazones de todos los marroquíes".

"Apoyamos firmemente el plan de autonomía y trabajaremos con las Naciones Unidas y todas las partes concernidas para lograr el resultado deseado", prosiguió el diplomático, indicando que "varios países de Europa creen firmemente que Estados Unidos y las Naciones Unidas encontrarán finalmente una solución" a la cuestión del Sáhara marroquí.

Sin embargo, hay un proceso que debe seguirse para avanzar, destacó el diplomático norteamericano.

Evocando las relaciones marroquíes-israelíes, Fischer subrayó que los últimos acontecimientos en este sentido "son fruto de un trabajo a largo plazo", añadiendo que los equipos de ambos países trabajan arduamente para la apertura de las embajadas de los dos países una vez completados los trámites administrativos y legislativos.