En su informe de perspectivas económicas regionales, el Banco estima, sin embargo, que la recuperación económica de Marruecos debería ralentizarse hasta el 1,1% en 2022, tras un repunte récord del 7,4% en 2021, y señala que el PIB sólo creció un 0,3% interanual en el primer trimestre.
Este resultado se debe a la contracción de la agricultura, debido a la sequía, explica el BERD, precisando que la mala temporada agrícola aumenta la demanda de alimentos importados a precios internacionales más altos en medio de las interrupciones en la cadena de suministro mundial, lo que empujó la tasa de inflación de Marruecos hasta el 5,1% en la primera mitad del año.
También se espera que Marruecos sufra un fuerte aumento de los precios de los hidrocarburos, a pesar de los crecientes niveles de generación de electricidad renovable en el Reino, detalla la institución con sede en Londres, añadiendo que "es probable que los mismos riesgos a la baja continúen en el próximo año".