"Como todos conocen, se ha producido un intento de golpe de Estado, una impronta promovida por Pedro Castillo, que no ha encontrado eco en las instituciones de la democracia y en la calle", dijo Boluarte, que ocupaba la vicepresidencia del país desde julio de 2021, al hablar ante el Congreso durante su juramentación.
La abogada, de 60 años, pidió en su discurso una tregua política para instalar un gobierno de unidad nacional, con un "gabinete de todas las sangres".
Boluarte, que hasta hace unos días enfrentaba una acusación constitucional en el Parlamento, decidió asumir las riendas del Estado peruano luego que Castillo fuera vacado por incapacidad moral permanente tras un mensaje a la Nación en el que intentó cerrar el Poder Legislativo y ordenar la 'reorganización' del Poder Judicial y el Ministerio Público.
"Siendo consciente de la enorme responsabilidad que me toca, mi primera invocación, como no podía ser de otra manera, es convocar a la más amplia unidad de todas y todos los peruanos. Señores, conversar, dialogar, como ponernos de acuerdo (es) algo tan sencillo como tan impracticable en los últimos meses. Convoco por ello a un amplio proceso de diálogo entre todas las fuerzas políticas representadas o no en el Congreso", dijo en sus primeras palabras como presidenta.
La presidenta de la República, culminó pidiendo una tregua política para instalar un gobierno de unidad nacional.
Esta decisión le costó el puesto a Castillo, quien se encuentra detenido en la sede de la Prefectura hasta donde llegó conducido por la Policía Nacional.
“Rechazo la decisión de Pedro Castillo de perpetrar el quiebre del orden constitucional con el cierre del Congreso. Se trata de un golpe de Estado que agrava la crisis política e institucional que la sociedad peruana tendrá que superar con estricto apego a la ley”, dijo Dina Boluarte marcando distancia con el destituido expresidente.
El Congreso de Perú, dominado por la derecha y enfrentado con el mandatario de izquierda desde su asunción, adelantó hoy unas horas la sesión donde tenía previsto tratar la tercera moción de vacancia contra Castillo desde que asumió, por "incapacidad moral permanente" derivada de supuestos hechos de corrupción, una figura constitucional que ya desembocó en la salida de dos mandatarios desde 2018.
Para remover a un presidente, la Constitución de Perú exige 87 votos, una cantidad de la que en principio no disponía la oposición, pero la decisión de Castillo de disolver el cuerpo cambió radicalmente el panorama y finalmente la destitución del mandatario cosechó 101 voluntades.
La decisión de Castillo de disolver el Congreso y decretar un estado de excepción fue considerada como un "golpe de Estado" por congresistas de varias bancadas, que de inmediato trazaron un paralelo con el autogolpe que protagonizó el expresidente Alberto Fujimori en 1992, cuando disolvió el Congreso.
Por su parte, el procurador general del Estado, Daniel Soria, anunció que interpondrá una denuncia penal contra Castillo, al que acusa de "violar flagrantemente la Constitución".