Aunque este acto odioso se cometió frente a la representación diplomática de otro país musulmán, el Reino de Marruecos lo considera como un acto provocador que también le concierne, subrayó el Ministerio en un comunicado, señalando que este acto ofende los símbolos sagrados y los sentimientos de más de mil millones de musulmanes, especialmente durante el mes sagrado del Ramadán.
El Reino de Marruecos llama a las autoridades danesas a aplicar con firmeza la ley para hacer frente a estos actos incendiarios irresponsables y a no permitir que se repitan bajo ningún pretexto, agrega la misma fuente, subrayando la necesidad de disuadir todas las formas de odio contra las religiones y de atentado contra los sentimientos de sus adeptos.