En el caso de Turquía, los seísmos han provocado que 658.000 personas no tengan forma de seguir trabajando, confirmó el director del programa de acción prioritaria de la OIT, Maurizio Bussi.
La OIT reconoce que la situación de los trabajadores es aún más complicada en Siria, inmersa desde hace doce años en una guerra civil que ya había golpeado "enormemente" a la economía del país y a su mercado laboral.