Desde hoy, queda prohibido "usar agua corriente para fines agrícolas, regar espacios verdes, lavar autos y limpiar lugares públicos" y la empresa distribuidora nacional Sonede determinará cortes en el suministro hasta finales de septiembre.
Túnez, con más de doce millones de habitantes, está sometido a un fuerte estrés hídrico debido a los contrastes climáticos entre las regiones y a los efectos del cambio climático, que se han acrecentado hasta alcanzar "niveles alarmantes" inferiores a 500 metros cúbicos por año y habitante, según datos oficiales de 2021.