En virtud de este acuerdo, adoptado en febrero por el Consejo de Ministros español, Marruecos se compromete a restaurar el edificio en su totalidad, respetando la arquitectura original, tanto de la fachada como del interior, y preservando el diseño original del teatro.
La propiedad transferida del "Gran Teatro Cervantes" formará parte del "Dominio Privado del Estado marroquí" y en ningún caso podrá ser transferida a un tercero. Esta cesión se ha materializado mediante un protocolo que, por su forma y contenido, constituye un acuerdo internacional.
El Reino se compromete a asumir la totalidad de los gastos de restauración, renovación, gestión y mantenimiento y a mantener el nombre de "Gran Teatro Cervantes" y a preservar su simbología y su historia.
Marruecos garantizará, además, los fines de utilidad pública y de interés social y de promoción de la cultura en general, y de las culturas española y marroquí en particular, dedicando el teatro a un uso conforme a dichos fines y asegurará su gestión.