A pesar de los anuncios sobre la libertad de empresa y el fomento de la inversión extranjera en el sector energético, Argelia "sigue siendo una de las economías más cerradas de África", afirmó Bloomberg.
La agencia añadió que los políticos argelinos son reacios a dejar que las empresas internacionales ejerzan un mayor control sobre los recursos del país, agregando que el gobierno también tiene miedo de dirigirse al Fondo Monetario Internacional o a los inversores de bonos globales para obtener fondos que podría invertir en los campos de petróleo y gas.
En enero, según la misma fuente, Argelia registró un descenso del 36% en las exportaciones de petróleo con respecto al mes de diciembre, exportando tan solo 290.000 barriles diarios.