"Desde su renuncia al alto el fuego y a los acuerdos militares, el grupo separatista "polisario" lleva a cabo, junto con Argelia, una campaña histérica destinada a engañar a la comunidad internacional sobre un supuesto "conflicto armado" y supuestas violaciones de los derechos humanos en el Sáhara marroquí", subrayó Hilale, añadiendo que "este grupo armado llama abiertamente a cometer actos de violencia contra las personas y de sabotaje de las instalaciones civiles en el Sáhara marroquí".
Destacando la calma y la estabilidad que reinan en el Sáhara marroquí, y la ausencia total de cualquier conflicto armado, el diplomático señaló que "el polisario", a través de supuestos "comunicados militares" lamentables, recogidos por la única agencia de prensa oficial de Argelia, intenta transmitir la imagen falsa de un supuesto "conflicto" en el Sáhara marroquí. Sin embargo, la realidad es muy diferente. Añadió que "la guerra ficticia del "polisario", que mantiene conexiones probadas y documentadas con los grupos terroristas y los traficantes de todo tipo en la región sahelo-sahariana, está desmentida por la estabilidad sobre el terreno, así como por las agencias de prensa y las cadenas de televisión internacionales que han demostrado, con pruebas fehacientes, que las informaciones e imágenes publicadas por el "polisario" son "falsas" y se refieren a otros conflictos y en ningún caso al Sáhara marroquí.
El embajador Hilale también reveló las alegaciones falsas de violaciones de los derechos humanos en el Sáhara marroquí, esgrimidas por el "polisario" y Argelia. "Las alegaciones de restricciones a la libertad de circulación en el Sáhara marroquí son infundadas. Son claramente parte de la instrumentalización descarada del despliegue de las autoridades públicas marroquíes en el contexto actual relacionado con el estado de emergencia sanitaria por la pandemia del COVID-19", dijo, señalando que "el apoyo ciudadano de la población del Sahara marroquí a las medidas sanitarias ha permitido registrar las cifras más bajas de contaminación a nivel del Reino".
Hilale reafirmó al secretario general y a los 15 miembros del Consejo de Seguridad que "la población del Sáhara marroquí goza de la plena libertad de circulación que garantiza la ley, tanto dentro como fuera de Marruecos.
"Es este pleno disfrute de este derecho lo que permite a algunos supuestos activistas separatistas viajar libremente a Argelia y a los campos de Tinduf, donde se someten al adoctrinamiento ideológico y entrenamiento militar. Es el pleno respeto de Marruecos a los derechos humanos lo que les permite también viajar al extranjero para participar en manifestaciones y reuniones antimarroquíes, y volver en total tranquilidad al Sáhara marroquí, sin ser molestados de ninguna manera", explicó, lamentando que "este estado de derecho y de libertades sea explotado por estos elementos separatistas en su campaña de denigración y de mentiras, así como en su incitación a la violencia contra las personas y los bienes".
En este contexto, y en relación con la llamada Saultana Khaya, separatista a sueldo del "polisario" y de Argelia, Hilale denunció "el montaje de la interesada, que forma parte de la estrategia del 'polisario' de instrumentalizar los derechos humanos con fines políticos, inculcada a sus agentes durante sus diferentes viajes a Argelia y a los campamentos de Tinduf, durante los cuales estos últimos reciben también cursos de manejo de armas y adoctrinamiento ideológico y participan en ejercicios militares de las milicias del 'polisario'".
Precisó que la denominada Saultana Khaya "no es en absoluto una activista pacífica de los derechos humanos, sino una partidaria de las acciones violentas, incluso militares. Participó en estos cursos y ejercicios militares de los separatistas, del 1 al 12 de enero de 2019, durante los cuales hizo un llamamiento a la violencia armada contra los civiles en el Sáhara marroquí. El secretario general de la ONU y a los miembros del Consejo de Seguridad recibieron fotografías en las que aparecía vestida de militar y blandiendo un fusil Kalashnikov.
En cuanto al caso del difunto Mohamed Salem Fahim, cobardemente instrumentalizado por el "polisario" y Argelia, el Representante Permanente de Marruecos informó, detalladamente, que el difunto fue víctima de un accidente de tráfico mortal, que es objeto de un procedimiento judicial en curso, de acuerdo con la legislación vigente en tales circunstancias.
En lo que se refiere a las alegaciones falsas sobre algunos presos comunes, entre ellos los condenados tras los sucesos de "Gdem Izig", que en 2010 causaron 11 muertos y decenas de heridos entre las fuerzas del orden, auxiliares y bomberos marroquíes, el embajador Hilale precisó que carecen de fundamento y que estos presos gozan de los mismos derechos previstos por la ley, sin discriminación. Añadió que ninguno de estos presos ha realizado recientemente ninguna huelga de hambre.
Por último, Hilale hizo una acusación condenatoria, detallada y documentada de las violaciones de los derechos humanos y del derecho internacional humanitario en los campos de Tinduf, en Argelia.