En una aclaración en reacción a ciertas publicaciones atribuidas a la hermana y al abogado del preso (M. B), detenido en la prisión local de Nador 2 en relación con los sucesos de Alhucemas, la DGAPR afirma que, tras una investigación de la Dirección Regional de la región oriental, el preso fue escuchado el 27 de febrero sobre el contenido de estas publicaciones, y añade que el concernido ha reconocido que, desde su encarcelamiento en dicho establecimiento, no ha sufrido ningún insulto o violencia por parte de ningún funcionario y que recibe un buen trato por parte de todos los funcionarios.
El preso en cuestión había declarado el 15 de febrero de 2021 que fue sacado del local de detención hacia la administración del establecimiento y luego llevado, esposado, a la oficina del jefe de detención, algo que consideró como un insulto para él, afirmando al mismo tiempo que la salida se produjo por el pasillo por el que pasan todos los presos y que el funcionario encargado de acompañarlo no pronunció ninguna palabra humillante o grosera contra él, dijo la DGAPR.
De las grabaciones de vídeo de la sala de vigilancia y del seguimiento del registro, del esposamiento y de la salida del preso de la celda hacia la administración del establecimiento y luego de su regreso a la oficina del jefe de detención, se desprende que esta operación se llevó a cabo en respeto al preso, continúa la misma fuente, añadiendo que su traslado a una de las salas de la clínica de la institución tras su notificación verbal a la administración del establecimiento su entrada en huelga de hambre se hizo sin esposas, sabiendo que las grabaciones de la cámara de vigilancia confirmaron que el detenido recibió sus comidas y las había recalentado en la zona reservada para ello durante tres días consecutivos antes de dicha notificación.
Sobre la base de los resultados de la investigación realizada, el comunicado subraya que "el detenido (M. B) no fue objeto de ningún trato degradante o humillante, y que el registro, el esposamiento y la salida de la sala de detención a la administración penitenciaria y su regreso se produjeron desde el pasillo reservado para la salida de todos los presos en estricto respeto a la dignidad del preso en cuestión, señalando que su protesta por el esposamiento y considerándolo una provocación durante su salida del local de detención es injustificada y carece de fundamento jurídico.
"Tales publicaciones, cuyos autores intentan inducir a error a la opinión pública sobre las condiciones reales de detención del preso en cuestión, no son más que un intento por su parte de sustraerse de su responsabilidad transmitiendo falsas acusaciones contra la administración del establecimiento en cuestión", concluye la DGAPR.