"Es una situación que sorprende y choca. Algunos partidos islamistas en el Magreb expresan una abierta empatía con los separatistas del polisario. La postura es más sorprendente cuanto procede de estructuras políticas pertenecientes a un movimiento ideológico que preconiza en su ADN una forma de federalismo y de destrucción de las fronteras nacionales a través del sustrato histórico de la unidad de la Ummah", escribe Mustapha Tossa en este análisis titulado "Los islamistas del Magreb en la trampa del polisario", publicado en el sitio Atlasinfo.
"Tanto los islamistas argelinos del MSP, dirigidos por Abderrazak Mokri, como los tunecinos de Annahda de Rached Ghanouchi o los mauritanos de Tawasol, siempre se han posicionado en simpatía con los separatistas del polisario, como si esta causa formara parte, de repente, de su estrategia política y de sus programas de conquista del poder", subraya el politólogo.
Por otra parte, "los últimos exabruptos sobre el tema, tanto del argelino Abderrazak Mokri como del tunecino Rached Ghanouchi, han llenado de soltura a la institución militar argelina que busca hacer fuego con cualquier leña sobre Marruecos, incluso cuando se trata de instrumentalizar la fibra islamista que prentendió combatir durante la década negra para mantener el poder", prosigue el editorialista.
En cuanto a la otra cara del Islam político producido por el régimen iraní, "muestra claramente su animosidad hacia Marruecos. Como lo demuestra la presencia de instructores militares del Hezbolá libanés entre los separatistas del polisario para enseñarles el arte de las guerrillas y el terrorismo selectivo", señala Mustapha Tossa.
"En este juego, Irán está jugando una gigantesca partida de ajedrez en la que el polisario ocupa la posición de un diminuto peón que sirve a los intereses de una agenda mucho más ambiciosa".
Según el politólogo, la otra razón que puede explicar esta empatía de estos movimientos islamistas hacia los separatistas del polisario y sus milicias armadas es "la facilidad con la que se han establecido puentes entre estos movimientos políticos y las organizaciones que propugnan el terror en nombre del Islam como Al Qaeda o Daesh en esta región.
Además, "el ejemplo de un personaje como Adnan Abu Walid al-Saharaui, ex miembro del polisario, quien se convirtió en líder de la organización terrorista Estado Islámico en el Gran Sahara (EI-GS), ilustra estos pasajes y colaboraciones que comienzan con la militancia política y terminan con la práctica terrorista", sostuvo.