"Bajo la era Tebboune, la irracionalidad y el delirio se han apoderado del poder en Argel. En todas sus salidas mediáticas, el presidente argelino se ha empeñado en manifestar una relación especial y neurótica con el vecino marroquí", escribe Mustapha Tossa en un artículo bajo el título "Tebboune, una maldición argelina".
E incluso cuando el contexto no es adecuado, el odio hacia Marruecos no sólo está presente, sino que se acentúa como en una lógica comercial en la que es necesario colocar el producto para venderlo de forma subliminal, señala el politólogo en este análisis, publicado el miércoles en el periódico digital +Atlasinfo+.
Según el editorialista, en todos los pensamientos y actitudes de Tebboune, Marruecos está presente de forma patológica. Como lo demuestra su reciente salida sobre la necesidad de romper todas las relaciones comerciales entre algunas compañías de seguros argelinas y compañías marroquíes.
"Una salida que ilustra el nivel obsesivo de este odio. Un espíritu de indigna venganza. Comportamiento de una mediocridad sin precedentes que encarna la degradación de la función presidencial en un país en el que el presidente sólo sirve como portavoz fiel y sumiso de una institución militar que se aferra por todos los medios al poder y que, para sobrevivir, se ha inventado a Marruecos como enemigo para su uso político interno", asegura el politólogo.
En opinión de Tossa, esta salida fue "tan despreciable y mezquina en su nivel de reflexión que provocó un revuelo generalizado entre las voces de la oposición argelina". "Estas mismas voces dispararon contra un presidente mal elegido y mal aceptado que comete indignidades a diario", añadió.