"Hemos decidido actuar juntos para ejercer presiones sobre los responsables del bloqueo en el Líbano. Sabemos quiénes son, y el inmovilismo no dará una solución", precisó el jefe de la diplomacia francesa.
Los dos responsables, que se reunieron en la capital francesa en vísperas de la cumbre del G20 en Roma, expresaron su voluntad de contribuir a encontrar una solución a la crisis libanesa.
"Constatamos el derrumbamiento dramático de este país y la incapacidad de la clase política de reactivarlo, así como el drama de que este país desaparezca", destacó Le Drian.
Por su parte, Blinken sostuvo que su país, Francia y la comunidad internacional “están dispuestos a ayudar al Líbano”, insistiendo en que, en cambio, el Líbano tiene que “comprometerse a un cambio real”.
“Necesitamos ver un liderazgo real de parte de Beirut", para una mayor transparencia y el “fin de una corrupción endémica que causa tantos problemas", prosiguió.