"Entendemos la preocupación de los gobiernos por proteger a sus poblaciones de la variante delta, pero no podemos aceptar que los países que ya han utilizado la mayoría de los suministros de vacunas, utilicen todavía más, mientras que las poblaciones más vulnerables del mundo siguen sin protección", declaró el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
De los 4.000 millones de vacunas administradas a nivel mundial, más del 80 % lo han sido en países de ingresos altos y medios, que representan en conjunto menos de la mitad de la población mundial, precisó, lo que refleja la desigualdad en el acceso a una de las intervenciones vitales para detener la pandemia.