Esta evolución abarca un aumento de la producción de la Oficina Nacional de Electricidad y Agua Potable (ONEE) del 26% (después de un +10,1%) y la de las energías renovables relacionadas con la ley 13-09 del 20,4% (después de un -4,6%), precisa el DEPF en su reciente nota sobre la situación.
Sin embargo, este crecimiento se ve mitigado por el descenso de la producción privada, del 3,6% (después del +4,9%), subraya la misma fuente.
En cuanto al comercio exterior del sector, el volumen de energía importada aumentó un 108,1% a finales de abril, tras una caída del 33,4% un año antes. En cuanto al volumen exportado, casi se ha estancado (+0,3%, después de un +30,3%). Al mismo tiempo, el volumen de energía neta llamada aumentó un 4,7%, tras el +4,5% del año pasado.
En cuanto al consumo de energía eléctrica, aumentó un 2,6% al final del primer cuatrimestre de 2022, tras el +5,3% de hace un año y el -2,4% de finales de abril de 2020.