En su intervención en la 8ª Cumbre de Presidentes de Parlamentos pertenecientes a la UPM-AP, celebrada con ocasión de la 17ª sesión plenaria de la AP-UPM, Armengol señaló que el compromiso político de todos los países del Mediterráneo es esencial para alcanzar el desarrollo sostenible, en el marco de un enfoque integrado que tenga en cuenta los retos geopolíticos actuales vinculados a las migraciones, la crisis climática, la energía, la seguridad alimentaria, la gestión de las catástrofes naturales, la transición digital y la promoción de la igualdad de género en la región.
Abordar estos retos ayudará a promover economías sostenibles, verdes y circulares que puedan revertir la pérdida de biodiversidad en la región mediterránea, fortalecer las cadenas de suministro debilitadas por las sucesivas crisis geopolíticas, energéticas y alimentarias, y establecer acuerdos transfronterizos para gestionar los desastres medioambientales y humanitarios y reducir la brecha entre las dos orillas del Mediterráneo, señaló.
Asimismo, Armengol abogó por abordar la crisis migratoria en el marco de un enfoque multidimensional que tenga en cuenta la integración económica, comercial y social de la región, y por establecer acuerdos migratorios regulares, como es el caso de Marruecos y España, dos países vecinos que han sido modelos de cooperación en este ámbito en los últimos años, haciendo un llamamiento a la acción basada en la solidaridad conjunta entre los Estados miembros y las organizaciones de integración regional, como la Unión por el Mediterráneo, para promover los movimientos migratorios legales.
Respecto al conflicto palestino-israelí, la responsable española subrayó que el camino para lograr la estabilidad en la región de Oriente Medio "pasa ineludiblemente por establecer un horizonte de paz creíble, duradero y definitivo", agregando que España considera que ello requiere una solución de dos Estados, con el establecimiento de un Estado palestino viable, que conviva con Israel.