En esencia, se trata de una respuesta clara y límpida del alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, a una cuestión que se ha convertido en una pregunta recurrente, incluso irritante, de ciertos diputados del movimiento radical que obedecen al programa de Argel destinado a sembrar dudas sobre la gobernanza de los instrumentos de cooperación que vinculan al Reino con el bloque comunitario.
La UE y Marruecos firmaron un acuerdo el 19 de julio de 2019 que amplía las preferencias arancelarias a los productos originarios del Sáhara marroquí, sujeto a los controles de las autoridades aduaneras marroquíes y que prevé la supervisión regular de su impacto en términos de desarrollo sostenible y explotación de los recursos naturales, precisa Borrell en su respuesta.
Además, añade el alto representante de la UE, se ha establecido un sistema para proporcionar a la Comisión Europea y a las autoridades aduaneras de los Estados miembros información precisa sobre los productos exportados a la UE.
También, recuerda que el 4 de marzo de 2019, el Consejo de la UE adoptó un nuevo protocolo UE-Marruecos sobre la pesca sostenible, señalando que el seguimiento de este acuerdo se garantiza mediante reuniones periódicas e informes de la comisión conjunta, basados en el principio de la distribución proporcional y equitativa de los beneficios a las poblaciones de la región.
El alto representante observa en el mismo contexto que, durante la negociación de esos dos acuerdos, "se celebraron consultas con la población interesada a fin de asegurar su participación satisfactoria y verificar los beneficios derivados de esos acuerdos".
Finalmente, Josep Borrell recordó la posición oficial de la UE sobre el conflicto artificial del Sáhara marroquí, afirmando que la posición europea "está totalmente en línea con las resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas".
La UE, añadió, "apoya el proceso de las Naciones Unidas con miras a lograr una solución política justa, duradera y mutuamente aceptable".
Huelga decir que esta posición es consecuencia de la expresada y registrada por la UE en la "Declaración Política Conjunta" adoptada al final de la 14ª sesión del Consejo de Asociación Marruecos-UE, que se ha convertido en el punto de referencia e incluso de la doctrina de la Unión en esta materia.
La UE, que ha adoptado un lenguaje común con el Reino en la cuestión del Sahara, favorece, al igual que la ONU, una solución basada en el pragmatismo, el realismo, la sostenibilidad y el espíritu de compromiso, que son los parámetros que consagran la preeminencia del proyecto de autonomía marroquí como la solución más creíble, realista y viable para este conflicto artificial.
La aclaración de Borrell también recuerda la reacción serena y desapasionada de la UE ante la obsesión de Argelia por los recursos naturales de las provincias del Sur y las falsas alegaciones sobre los Derechos Humanos.
Estos temas de predilección del aparato diplomático y propagandístico argelino, que no se abordan a nivel de las instituciones europeas y no tienen eco en los medios de comunicación del continente, son los temas candentes de cierta prensa creada por el régimen de Argel y sus satélites y dedicada a mantener viva la mecha de un conflicto que ha durado mucho, como el famoso sitio web "Afrique Asie", que acaba de publicar una larga entrevista con el embajador argelino en Bruselas, Amar Belani, en la que denigra a Marruecos en su prosa nauseabunda.
El ruidoso arrebato de este lingüista orfebre, a la hora de encontrar el léxico que alimenta su animadversión histórica hacia Marruecos, se explica por la presión ejercida sobre su país en los últimos días por su probada implicación en un gran tráfico de ayuda humanitaria europea destinada a los secuestrados de Tinduf, parte de la cual se paga a las autoridades fiscales argelinas y la otra parte cae en manos de los bandoleros de polisario quienes recorren el desierto para robar y hurtar.
La larga letanía del diplomático argelino forma parte de todo un bastión orquestado por el régimen de su país en Europa a través de falsas ONG, sitios web, blogs, grupos de presión tóxicos y otras prácticas poco ortodoxas, para alimentar la ilusión de un conflicto que Argelia ha creado desde cero, mientras que Marruecos, sereno en su enfoque, confiando en sus instituciones y opciones democráticas permanecerá en su Sahara, y el Sahara permanecerá en su Marruecos hasta el final de los tiempos, fortalecido por la inquebrantable unanimidad nacional en torno a esta sagrada causa y el apoyo inquebrantable de la Comunidad Internacional.