El la clausura de esta sesión (21 a 24 de septiembre), las delegaciones de los países miembros, el director general saliente, el director general electo y la Secretaría de la organización fueron unánimes en destacar la eficacia y la armonía del desarrollo de los trabajos.
En este sentido, aplaudieron la celebración de la sesión de conformidad con el calendario establecido en 2019 antes de la propagación de la pandemia y la elevada tasa de participación, a pesar de su celebración en un formato híbrido (presencial y virtual) y de los husos horarios, además de las medidas sanitarias ejemplares tomadas, ya que la seguridad y la salud figuraban entre las prioridades de la Presidencia marroquí de la Asamblea General y de la Secretaría.
Según las delegaciones, esta sesión permitió, en términos de organización en estas circunstancias excepcionales, adquirir una valiosa experiencia, ya que es la primera vez en la historia de la OMPI que sus diferentes Uniones y Asambleas son presididas a distancia y con éxito.
En un discurso de clausura, el embajador y representante permanente de Marruecos en Ginebra, Omar Ziber, se congratuló del resultado positivo de esta sesión que, según dijo, fue una oportunidad para "reafirmar nuestra capacidad, como país, de lograr los mejores resultados con movilización, flexibilidad y voluntad de hacer avanzar los trabajos de nuestra organización, que es un modelo de lo que debería ser cualquier foro multilateral".
Asimismo, el diplomático marroquí reafirmó su determinación, en su calidad de presidente de esta Asamblea, de continuar las reuniones emprendidas desde la elección de Marruecos para este cargo, intensificando las consultas en las próximas semanas, en previsión de las dos próximas Asambleas, la ordinaria y la extraordinaria, previstas para 2021, según una hoja de ruta clara que responde a las aspiraciones y preocupaciones de los Estados miembros.