En su intervención durante el debate general virtual de la 75ª sesión de la Asamblea General de la ONU, El Otmani destacó que "la seguridad de Libia, un país hermano con el que compartimos una historia y un destino comunes, es parte integrante de la seguridad del Reino de Marruecos".
"Nueve años después del comienzo de la crisis en Libia, la situación humanitaria y de seguridad se deteriora debido a la injerencias extranjeras, incluida la intervención militar", subrayó.
Asimismo, el jefe de Gobierno aseguró que la solución a esta crisis sólo puede ser política y debe ser decidida por los propios libios, lejos de cualquier injerencia y de las agendas extranjeras, citando a este respecto la reunión de Sjirat celebrada con el apoyo de la comunidad internacional.
"Marruecos sigue decidido a ofrecer un marco neutral para el diálogo entre las partes libias", dijo, recordando que el Reino acogió durante este mes en Buznika reuniones de delegaciones del Alto Consejo de Estado y del Parlamento de Tobruk que dieron lugar a un acuerdo global sobre criterios y mecanismos transparentes y objetivos para ocupar los puestos de soberanía.
Por otra parte, El Otmani deploró también la incapacidad de resolver la cuestión palestina y de relanzar el proceso de paz en el Oriente Medio, resaltando que se trata de "una fuente de profunda preocupación para el Reino".
Marruecos "rechaza categóricamente todas las acciones unilaterales de las autoridades israelíes en los territorios palestinos ocupados, ya sea en Cisjordania o en Al-Quds Acharif", asegurando que estas medidas corren el riesgo de alimentar las tensiones y la inestabilidad en la región, prosiguió.
El Otmani indicó que SM el Rey Mohammed VI, en su calidad de Presidente del Comité Al-Quds, surgido de la Organización de Cooperación Islámica, insiste en la preservación de la ciudad santa de Al-Quds como patrimonio común de la humanidad, símbolo de coexistencia pacífica para los adeptos de las tres religiones monoteístas y centro de proyección de los valores del respeto mutuo y del diálogo, tal y como preconiza el llamamiento de Al-Quds que Su Majestad firmó junto con Su Santidad el Papa Francisco el 30 de marzo de 2019 en Rabat.