Esta superficie está compuesta por el 44% de trigo blando, el 34% de cebada y el 22% de trigo duro, precisa el ministerio en un comunicado, señalando que el ritmo de siembra de cereales se ha acelerado hasta alcanzar 3 millones de hectáreas sembradas en un mes después de las lluvias de finales de noviembre y diciembre, lo que demuestra la rapidez de la intervención gracias a la mejora de las capacidades mecánicas y la modernización del parque mecánico nacional.
"El establecimiento de los cultivos de otoño ha experimentado un buen impulso desde la tercera década de noviembre de 2020, marcado por un predominio de la labranza mecánica del suelo que concierne casi el 94% de la superficie trabajada.
La superficie total sembrada hasta la fecha, incluyendo todos los cultivos anuales de otoño, asciende a 4,76 millones de hectáreas, de las cuales el 9% son de regadío, y en las que predominan los cereales (86%), el forraje (10%) y las legumbres (4%)", agrega la misma fuente.