Dos años después del estallido de la revuelta popular bautizada “Hirak”, los argelinos prosiguen su movilización para "exigir verdaderas reformas" y exigir “una revisión profunda del sistema de gobierno vigente desde la independencia de Argelia de Francia en 1962", escribe la revista española "Atalayar".
A pesar de la salida del ex presidente Abdelaziz Buteflika y la llegada de Abdelmajid Tebboune, "elegido en diciembre de 2019 con una participación muy baja en unos comicios boicoteados por el movimiento de protesta", nada ha cambiado en Argelia, según la publicación, que señala que la población sigue esperando la aplicación de las reformas económicas y políticas prometidas por el presidente.
“La necesidad de un relevo generacional al frente del país ha sido uno de los motivos que ha alimentado las protestas primero contra Bouteflika y ahora con Tebboune”, explica Atalayar, añadiendo que la limitada remodelación del gobierno, “en un intento de atajar las nuevas concentraciones”, está lejos de convencer a los argelinos.
Además, añade la revista, citando a organizaciones de derechos humanos de Argelia, "alrededor de 70 personas siguen en prisión por su vinculación con el movimiento Hirak o por otras actividades políticas pacíficas de la oposición".
En la misma línea, la agencia de noticias española "Europapress" afirma que los argelinos conmemoraron, el lunes, el segundo aniversario del Hirak como muestra del descontento de los argelinos con la política del país, en medio de una crisis económica agravada por la caída de los precios del petróleo.
El presidente argelino, "cercano al ejército" y elegido en unas elecciones marcadas por una abstención histórica, es criticado por no haber emprendido las "reformas necesarias" en el país, escribe la agencia.
El principal proyecto de Tebboune es la reforma de la Constitución, aprobada en un referéndum con la menor participación de la historia del país, a pesar de las críticas de los manifestantes y de la oposición, prosigue la agencia de noticias española.