"La renuncia del "polisario" al alto el fuego el 13 de noviembre de 2020 fue acompañada de un grave deterioro de una situación de Derechos Humanos ya precaria, marcada por la exacerbación de la represión de la población secuestrada en los campamentos de Tinduf y la propagación de un discurso de incitación al odio y a la violencia por parte de los dirigentes del "polisario"", deploró Hilale, en una carta dirigida al secretario general de la ONU, Antonio Guterres, y a los 15 miembros del Consejo de Seguridad.
En este contexto, el embajador Hilale enumeró las manifestaciones de graves violaciones de los Derechos Humanos en los campamentos de Tinduf, especialmente "la multiplicación de reuniones oratorias que incitan a la población de los campamentos al asesinato de los opositores a la dirección del "polisario" y de las poblaciones unionistas saharauis en las ciudades del sur de Marruecos", el refuerzo del estado de sitio impuesto por el ejército argelino en torno a los campamentos de Tinduf y el despliegue de elementos de los servicios de seguridad argelinos en el interior de dichos campamentos".
También llamó la atención sobre "la prohibición de salir de los campamentos de Tinduf, incluso para preguntar por el ganado que pasta en el desierto", la convocatoria de blogueros para emplazarles a abstenerse de cualquier publicación crítica con los dirigentes del "polisario" y a contentarse con retransmitir los falsos discursos y comunicados de los dirigentes separatistas bajo pena de ser perseguidos, y la movilización de combatientes que operan en la zona sahelo-sahariana y su instalación en los campamentos de Tinduf desde los que lanzaron llamamientos a sus afines pertenecientes a diferentes grupos armados para que lucharan con las milicias del "polisario"".
Hilale también denunció la oposición de Argelia al registro y censo de las poblaciones secuestradas en los campamentos de Tinduf, lo que constituye una clara violación del derecho humanitario internacional, el continuo desvío de la ayuda humanitaria destinada a las poblaciones de los campamentos de Tinduf y la militarización de estos campamentos.
Asimismo, identificó las múltiples y graves violaciones a las que son sometidas a diario las poblaciones secuestradas en los campamentos de Tinduf, como detenciones arbitrarias, torturas, desapariciones forzadas y violaciones de los derechos a la vida, a la educación y a la libertad de opinión, de expresión, de manifestación y de circulación, así como la práctica de la esclavitud.
A este respecto, el embajador marroquí señaló que "la renuncia por parte de Argelia a sus responsabilidades de Estado sobre una parte de su territorio, y su delegación, en contra de las normas más elementales del derecho internacional, a un grupo separatista armado, el "polisario", crean la ausencia de un marco jurídico definido que regule los derechos y obligaciones de las personas en esa parte del territorio argelino y su corolario, la impunidad más total, para las violaciones masivas de sus derechos y libertades fundamentales".
"Esta situación excepcional es inaceptable y viola el derecho internacional. De hecho, no puede haber delegación de soberanía, y por tanto de responsabilidad, por parte de un Estado, en su territorio, a un actor no estatal armado", subrayó Hilale.
Además, el diplomático marroquí condenó el recurso del "polisario" al reclutamiento obligatorio de niños de los campamentos de Tinduf y su envío a centros de formación militar en el norte de Argelia, señalando que "esta práctica espantosa y condenable es una de las peores violaciones de los Derechos Humanos, porque priva a estos niños, de 12 y 13 años, e incluso más jóvenes, de su inocencia y de sus derechos básicos, especialmente la educación y la vida familiar".
En apoyo de esta afirmación, Hilale transmitió al secretario general y a los miembros del Consejo fotos y vídeos que muestran el alcance creciente y preocupante de este fenómeno en los campamentos de Tinduf.
Por último, el embajador Hilale subrayó que "Argelia, país de acogida de los campamentos de Tinduf, es plenamente responsable de la suerte de estos niños y de todas las violaciones de los Derechos Humanos y del derecho humanitario que se producen en su territorio, de las que debe informar, al igual que el "polisario", a la Comunidad Internacional".